Aspectos fundamentales de la dirección empresarial

Tendemos a pensar que las tareas de la dirección empresarial son similares a las de un director de orquesta. Es fundamental liderar a los «músicos» y trabajar para que la ejecución del trabajo sea perfecta. Eso desde el punto de vista de las orquestas sinfónicas, grandes organizaciones con múltiples departamentos, cada uno con su especialización. Pero las pymes, con menos recursos económicos y humanos, también necesitan una buena dirección ¿cuáles son los aspectos fundamentales en estos casos?

Pensemos que en una empresa pequeña la tarea del director no es de dedicación exclusiva y que ésta se compatibiliza con otra atribuciones dentro del negocio. Por tanto es esencial que la persona que tiene esa responsabilidad tenga claro el alcance de sus atribuciones para poder economizar el esfuerzo que eso supone.

Funciones de la dirección

Volviendo al símil musical, la empresa es una orquesta que debe sonar bien. El número de músicos (recursos) será importante para establecer las posibilidades de interpretar un repertorio determinado. Pero, independientemente de éste, el trabajo tiene que estar bien hecho. Esa es la primera tarea de la dirección, la planificación.

Conociendo la capacidad del negocio hay que establecer objetivos de la empresa, las estrategias y procedimientos para alcanzarlos. Todo proceso de planificación debe llevar aparejada la asignación de recursos. Saber con qué medios cuenta la empresa para acometer esas tareas y cómo deben repartirse. Esos recursos (materiales, económicos y humanos) deben estar organizados para que la combinación de todos ellos sirva como impulso de las acciones que nos llevarán a conseguir esos objetivos.

La planificación exige control. Por tanto la dirección, una vez creada la organización y asignadas las tareas y los recursos asociados a cada una de ellas, deberá coordinar el trabajo y verificar que éste se hace bien. Habrá que tomar decisiones sobre la marcha y, a veces, modificar la planificación marcada y para ello es necesario conocer el estado de cada uno de los elementos que componen la actividad de la empresa.

Gestión de grupo y relaciones externas

El hecho de que en las empresas pequeñas el número de personas que la integran es reducido y algunas deben ocuparse de múltiples tareas da mayor relevancia a la gestión de equipos. La dirección debe preocuparse ya no sólo de lograr a las personas idóneas para esas tareas sino de procurarles un entorno laboral adecuado que favorezca su productividad y procurarle la motivación necesaria para que rindan a su nivel y se sientan valorados para no irse a la competencia.

Por supuesto la dirección también asume una gran parte de responsabilidad en lo que respecta a la imagen del negocio. Por un lado porque contribuye a diseñar las políticas de la empresa y cómo se transite al exterior. Por otro porque, aun contando con un equipo comercial, la dirección es la que puede establecer contactos con cliente, proveedores y colaboradores, todos elementos esenciales en la actividad. Esa parte de relaciones públicas es muy importante para conseguir los objetivos o para abrir camino para ello.

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