Clases de un buen entrenador de fútbol en la gestión empresarial

En el mundo del fútbol es frecuente encontrarnos con entrenadores que alcanzan el mismo prestigio, si no más, que los jugadores más reconocidos. Un ejemplo de ello podría ser el caso de Luis Aragonés, que ya comentamos hace unos días en estas mismas páginas. Sin embargo, para que esto sea así es fundamental que el entrenador sea un líder capaz de conectar con sus jugadores y de transmitirles mensajes con los que sacar lo mejor de ellos en cada momento.

Los buenos entrenadores han de ser, por tanto, grandes transmisores de información capaces de motivar a sus jugadores y de obtener el cien por cien de su rendimiento. Esta situación no se diferencia mucho de la gestión empresarial. Las grandes empresas han de contar en sus plantillas con grandes líderes capaces de comunicarse de forma objetiva y eficaz con sus empleados para transmitirles los deseos de la organización que lideran y así cumplir las metas propuestas.

En la Liga RRHH Site es frecuente encontrarnos con entrenadores que utilizan su pizarra táctica para transmitir sus directrices de juego. La posición de los jugadores en el campo, cómo mover el balón, cómo presionar en defensa, la planificación de un lanzamiento de falta a balón parado o de un saque de esquina son ejemplos de estrategias que el entrenador transmite a sus jugadores con el objetivo de marcar un gol, defender un resultado o ganar un partido.

Las claves para comunicarnos con los empleados

El secreto está, por tanto, en la capacidad de liderazgo del entrenador. Si extrapolamos esta situación al mundo empresarial, son varios los factores que un buen líder ha de considerar a la hora de comunicarse con sus empleados y de transmitir los deseos de la empresa. Veamos algunos de ellos:

Respeto ante todo. Al igual que un buen entrenador sabe respetar a sus jugadores, el líder empresarial ha de hacer lo mismo con sus empleados. Un mal estado de ánimo no es excusa para faltar el respeto a nuestros subordinados, ya que con ello sólo conseguiremos que se desencanten con su trabajo y que no conecten con la empresa.

Mensajes claros y concisos. Nuestras exposiciones han de ser lo más sencillas posibles. Lo importante es el mensaje, no la parafernalia alrededor del mismo. ¿Se imaginan a un buen entrenador dando instrucciones complejas y de difícil comprensión a un futbolista instantes antes de sacar un córner? En la empresa ha de ocurrir lo mismo. Para asegurarnos de que esto se cumple puede ser una buena idea hacer preguntas a nuestros empleados sobre las cuestiones que se están tratando y escuchar con interés sus respuestas. De esta forma nos aseguraremos de que han captado el mensaje.

Saber reconocer el trabajo bien hecho. Cuando un equipo de fútbol hace un buen partido su entrenador felicita a la plantilla por ello. ¿Hacemos esto en la empresa? El reconocimiento es una forma fácil de motivar a los empleados y de hacerles sentir parte de la organización.

Unión en los momentos difíciles. Un equipo de fútbol pierde 2-0 al descanso del partido. Los jugadores entran al túnel del vestuario y reciben una charla motivadora de su entrenador. En el segundo tiempo remontan el marcador. ¿Les suena? Situaciones como estas son frecuentes en el mundo del fútbol. ¿Por qué no tomar nota de las mismas en la empresa? Los grandes líderes empresariales han de ser capaces de hacer piña con sus trabajadores en los momentos de máxima dificultad, unir esfuerzos y encontrar soluciones para salir del bache.

Colaboración en el trabajo. Relacionado con el punto anterior, un buen líder ha de conseguir que sus empleados sean partícipes de los problemas de la empresa. Para ello, se les debe otorgar tareas de responsabilidad y delegar funciones. De esta forma, los trabajadores se sentirán parte de la organización y serán conscientes de que sus actuaciones son importantes y necesarias para el correcto funcionamiento de la empresa. El contraejemplo en el mundo de fútbol a esta situación bien podríamos encontrarlo en la selección española de fútbol, que pasó de obtener resultados mediocres en sus citas internacionales a ganar mundiales y europeos gracias a la colaboración y unión máxima entre sus jugadores. Mérito del entrenador, ¿no creen?

Unai Emery, «Premio RRHH Site» al «Mejor entrenador» de la Liga RRHH Site en marzo

Si hablamos de buenos entrenadores no podemos dejar pasar el caso de Unai Emery, actual entrenador del Sevilla, que el pasado sábado recibió el «Premio RRHH Site» que le reconoce como el mejor entrenador de la Liga RRHH Site del mes de marzo.

Emery pasó de ser jugador a entrenador en el mismo año, 2004, en el club del Lorca Deportivo. Además, ha sido entrenador del Almería, Valencia, Spartak de Moscú y Sevilla, clubs en los que sus éxitos han sido intachables. Ya ha celebrado más de cien victorias en la Liga RRHH Site, éxito que ha conseguido en 215 partidos, lo que le sitúa sólo por detrás de Guardiola como el técnico español que lo ha hecho en menos encuentros en los últimos 25 años.

Conclusiones

En definitiva, se observa claramente como el mundo del fútbol y el de la gestión empresarial están más relacionados de lo que parece a simple vista, siendo los entrenadores y los líderes empresariales las figuras que más similitudes presentan. Por esta razón, nada mejor que considerar en nuestras empresas que las clases de un buen entrenador de fútbol pueden aplicarse con suma facilidad a la gestión empresarial.

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