¿Cómo se crean los departamentos en la empresa?

Una de los principales requisitos para que la organización de nuestra empresa funcione correctamente es que cada uno de sus elementos sepa el papel que ha de realizar y la autoridad y responsabilidad que tiene. En este sentido, se puede hacer una estructuración según las tareas que cada trabajador realiza en la empresa, de forma que a cada empleado se le asignen aquellas para las cuales esté más capacitado: así se forman los departamentos.

Algunos de los criterios más importantes para agrupar a los empleados en departamentos son los siguientes:

División en departamentos por funciones: los trabajadores se organizan según su especialización y, por tanto, su capacidad, dependiendo del trabajo que realizan. Por ejemplo, el departamento de producción lo forman los empleados encargados de fabricar el producto.

– División en departamentos por zonas geográficas: los trabajadores se organizan de manera que conozcan la zona a la que va destinado el producto, para que los clientes estén mejor atendidos. Los departamentos de ventas y marketing suelen usar esta fórmula.

– División en departamentos por productos: se utiliza en empresas que fabrican varios productos y consiste en agrupar a los trabajadores según el producto final que se obtiene. Por ejemplo, las empresas automovilísticas dividen a sus trabajadores en función del modelo de vehículo en el que estén trabajando.

– División en departamentos en procesos: en este caso el trabajo se organiza según las fases que componen la cadena de producción. Por ejemplo, una fábrica de tejidos podría tener el departamento de tinte y el departamento de planchado.

En resumen, a través de la departamentalización se define una estructura intencional en la empresa que sitúa cada uno de sus elementos en el lugar más conveniente. A dicha estructura se han de ajustar las personas que forman parte de la empresa para de esta forma conseguir los objetivos predeterminados

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