Cuando es mejor no elegir al candidato perfecto para un puesto de trabajo

A la hora de elegir al personal que va a formar nuestra empresa todos queremos tener el mejor equipo posible. Esto pasa por hacer una selección de los empleados muy cuidadosa. Siempre queremos a los mejores en la empresa, pero quizás a veces es mejor no elegir al cadidato perfecto para un puesto de trabajo. Esto se puede producir por varios motivos, un candidato que está sobrecualificado, que tiene el mismo perfil que el resto o simplemente que creemos que no encajará en nuestro equipo.

Un equipo de trabajo en cierta medida es como un equipo de fútbol. Todos suman, todos juegan al futbol, pero dentro de ellos cada uno está especializado en una tarea. Todos pueden meter goles y defender, pero cada uno tiene su rol en el que es especialista.

¿Es buena idea elegir al mejor candidato?

Al igual que un equipo de fútbol no va a funcionar con 11 Messis o con 11 Ronaldos, en nuestra empresa tenemos que buscar que los perfiles se conjunten, se mezclen y el equipo resultante sea el mejor. Si tenemos en cada puesto al mejor, pero dicho puesto no requiere esta aptitud en la que ellos destacan más que en un 10%, al final seguramente acabará frustrado.

Es el típico caso de la sobrecualificación para un puesto. Donde el candidato piensa que tiene que realizar un tipo de tareas, pero que luego se puede sentir frustrado porque además se ocupará durante mucho tiempo de otras de un rango inferior. En este caso la sensación de estar quemado puede aparecer pronto, y al final el candidato elegido tardará poco en buscar otra empresa. Tenemos a un empleado descontento, y el tiempo empleado en su formación y adaptación al puesto lo hemos perdido.

Por eso creo que si teneos un equipo de trabajo en un área concreta quizás lo más adecuado es buscar que los perfiles de los diferentes candidatos sean complementarios. Todos tienen que sumar y es el conjunto el que tiene que ser el mejor posible para nuestra empresa. Cada uno tiene que aprender del otro para lograr mejorar en las parcelas en las que no son especialistas.

Al final tenemos que buscar lo mejor para nuestra empresa. Quizás el mejor candidato no es lo que necesita en nuestra empresa. Muchas veces es mejor captar a un candidato que esté ilusionado, que tenga capacidad para crecer, sumar, que veamos que va a tener empatía con el resto del equipo, aunque técnicamente o en su conocimientos y experiencia no sea el mejor.

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