La bola de cristal: ¿Cómo será el trabajo del futuro?

¿Qué empleo crearán las empresas dentro de dos décadas? Muchas son las previsiones sobre cómo evolucionará el mercado laboral en el corto plazo. Pero, el futuro a largo plazo es una incógnita. Los perfiles, las modalidades o las posibilidades que se darán en este tiempo no están escritos. Pero, se espera que haya una mayor movilidad, independencia, flexibilidad y ‘promiscuidad’ de los trabajadores.

Son las conclusiones del estudio ‘Trabajar en 2033’ elaborado por la consultora PwC en la que se plasman algunas de las líneas maestras de este mercado laboral del futuro. Lo hacen después de consultar con los responsables de recursos humanos de las principales compañías españolas. Estos son los puntos clave de ese empleo del futuro en las empresas.

Cuatro pilares del empleo del futuro

Más demanda de empleo… cualificado. En los próximos 20 años, la demanda de mano de obra crecerá un 22% y la tasa de paro bajará del 7%… pero con trabajadores con formación media o alta. Sin embargo, los menos formados sufrirán un desempleo alto y un descenso de la demanda por parte de las empresas.

Los sectores no cambiarán. Habrá pocas modificaciones sustancias en el reparto del empleo entre las distintas áreas económicas. Al menos entre los principales. El Turismo (ocio y hostelería) y las Tecnologías de la Información (TIC) estarán, según las previsiones, entre los tres más destacados. A ese grupo se une también el medio ambiente.

Mayor flexibilidad. Flexibilidad tanto en la contratación (más a tiempo parcial y a ‘freelances’ que trabajarán para varias compañías a la vez) como en las fronteras, pues la globalización hará que las compañías potenciales se ubiquen más allá de España. También esa flexibilidad se trasladará al lugar de trabajo: el modelo mixto, tanto en la oficina como en el hogar, será el que impere.

Nuevos valores. En 2033, el mercado laboral estará poblado por ‘millenials’, aquellos jóvenes que nacieron a mediados de los 80. Las generaciones veteranas de hoy habrán desaparecido. Y eso conllevará cambios en los valores de esos profesionales. Éstos valorarán más la carrera profesional y la formación, el ambiente de trabajo y la conciliación laboral y personal.

Estos son los principales pilares. Se trata de previsiones, basadas en las tendencias de los últimos años. Los hechos acabarán dando o quitando la razón. Pero, lo que resulta evidente es que la formación media-alta y la flexibilidad serán claves en las dos próximas décadas.

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