La importancia del buen clima de trabajo en la pyme

Implantar un clima de trabajo adecuado es muy importante para que la pyme consiga desarrollar todo su potencial. El ambiente de trabajo debe cuidarse porque tiene influencia en las personas, haciendo que su productividad sea mejor o peor, en función de la calidad del entorno en el que desarrollan sus tareas. No se trata sólo de imitar a los grandes y disponer de oficinas bonitas y comida gratis, sino de mucho más, cuidar al trabajador para que pueda dar lo mejor de sí sin acabar quemado.

Síntomas de un mal clima de trabajo

Las empresas en las que existe un mal clima de trabajo suelen mostrar una serie de síntomas comunes, aunque no siempre son fáciles de detectar. El primer síntoma de un mal clima laboral suele ser el incumplimiento de los horarios de trabajo. Si el jefe se queda hasta tarde y “hay que quedarse”, es cuando empiezan los problemas para muchos trabajadores, que no pueden ausentarse porque parecería que están desatendiendo su puesto de trabajo y eso no sería del agrado de su (mal) jefe.

La gestión basada en el miedo es otro de los síntomas de una empresa con un mal clima laboral. Cuando las malas formas imperan en los equipos, en realidad, esa grupo de personas puede ser todo lo que se quiera, menos un equipo de verdad. La gestión de personas usando técnicas de infundir miedo a ser reprendido, a perder el bonus o incluso el puesto de trabajo, nunca está justificada. Si todo lo anterior se combina con una dosis de nepotismo, el resultado es un cocktail que muchas veces acaba siendo mortal para el propio negocio. Por ejemplo, en la empresa familiar.

No disponer de las herramientas adecuadas y formación necesaria para el desarrollo de las tareas es otro de los síntomas que generan un mal clima laboral. Las tensiones y cuellos de botella que se producen cuando el trabajo no fluye con normalidad, puede llevar que los trabajadores desarrollen estrés y, por tanto, se descargue tensión de forma descontrolada en forma de gritos o tonos de voz que no son propios de un entorno profesional serio.

Lo único que se consigue con un mal clima de trabajo es que los buenos profesionales se marchen a trabajar a otras empresas, buscando un equilibrio que es necesario en su vida profesional. Buscando lo que es normal, una vida profesional sana.

Factores que ayudan a generar un buen clima de trabajo

Las buenas formas en el trabajo, son el pilar fundamental para asentar un buen clima de trabajo en la empresa. En la empresa, colaboran personas, todas ellas con unos objetivos individuales (ganar un salario, desarrollarse profesionalmente, etc.), pero a las que se puede liderar para conseguir un objetivo común y que no es otro que el éxito del negocio.

Los procesos de selección también son clave en la creación de un buen ambiente laboral. Elegir a los candidatos adecuados, no necesariamente a los mejores, ayuda a que el colectivo de trabajadores tenga el nivel adecuado y no se generen cuellos de botella en aquellos procesos gestionados por personas incompetentes.

La flexibilidad laboral es uno de los puntos que favorece el desarrollo de un buen clima de trabajo, dado que las personas tienen vida más allá de la empresa y necesitan cumplir con tareas como cuidar a niños y mayores, que a veces coinciden con el horario laboral. En las empresas donde se comprende esta situación y se ofrecen al trabajador fórmulas para compaginar la vida laboral y profesional, el clima de trabajo lo nota de forma positiva.

Obligar a la gente a salir a su hora, evitando convocar reuniones fuera de la jornada, promoviendo un buen uso de los equipos para trabajo en movilidad, son puntos por los que se puede empezar a promover un buen clima laboral.

La dotación de herramientas adecuadas para todos los equipos de trabajo es otro de los puntos que permite que se desarrolle el buen ambiente de trabajo. Tanto en el plano técnico, como de seguridad, si la empresa se preocupa por el buen desempeño de la labor de los trabajadores, estos lo agradecerán. Si no se dotan los equipos adecuados, difícilmente un trabajador podrá apreciar lo que hace y ver que su esfuerzo merece la pena.

El espejismo de los resultados

En la empresa es posible obtener resultados positivos cuando el clima de trabajo no es el adecuado. Esta situación puede llevar a un espejismo porque se piensa que esa es la manera adecuada de gestionar, pero no es una correlación correcta.

En muchas empresas hay un mal ambiente laboral, sobre todo en épocas como la actual, de crisis permanente y mucha incertidumbre en casi todos los sectores porque los nervios afloran y son parte del día a día. Por eso, es un error pensar que detrás de una gestión de mano dura que logra resultados positivos en las cuentas del negocio es mejor que hacerlo mano izquierda. Es tan sólo un espejismo que impide ver lo que se podría lograr con un buen clima laboral.

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