Luchando contra la exposición al ruido en el trabajo

Los presencia de ruidos en los puestos de trabajo puede ser más o menos frecuente, pero cuando se superan los valores razonables, pueden representar un riesgo para la salud de los empleados afectados. El empresario tiene la obligación de eliminarlos en su origen o minimizarlos hasta el nivel más bajo que sea posible. Cuando existan puntos donde el ruido sea notable, deberá colocarse señalizaciónque avise de ello y se debería limitar el acceso a ellos, dentro de lo posible.

Sentido común y medición profesional

Para determinar la existencia de un riesgo laboral podemos comenzar realizando un ejercicio de sentido común, comprobando el ruido en cada estancia y cómo puede afectar a los trabajadores. No solo hablamos de los tímpanos, sino del estrés, la ansiedad, la falta de concentración y otras afecciones físicas. Simplemente con esta percepción ya deberíamos ser capaces de tomar las primeras medidas para tratar de reducir, eliminar o acotar el origen del ruido, pero siempre es recomendable realizar mediciones a cargo de especialistas cualificados y que sean estos los que realicen un estudio sobre el terreno. Estos equipos profesionales sabrán poner en valor los niveles de ruido, si bien los límites de exposición que dan pie a una acción de prevención son LAeq,d = 85 dB (A) y Lpico = 137 dB (C), respectivamente. Cuando no sea posible minimizar el ruido hasta niveles seguros, tendremos que proporcionar a los trabajadores protectores auditivos y hacer lo posible para garantizar su correcto uso. Además, deberíamos informar a los trabajadores de los riesgos derivados de la exposición al ruido, lo cual también ayudará a la mejor implantación de las medidas correctivas.

Ver los comentarios

No hay comentarios aún.

Deja un comentrio