Trucos sobre la gestión de equipos en una empresa

La intensa temporada de fútbol que acaba de terminar deja momentos inolvidables que bien podemos aplicar al mundo de la empresa. Porque para poder ver todas esas espectaculares jugadas y goles, previamentese ha realizado un enorme trabajo de preparación y liderazgo cuyo eje central ha sido el entrenador del equipo. De una figura tan querida como a veces polémica, se pueden extraer numerosos trucos de gestión de equipos que se podrían aplicar a cualquier PYME o comercio. ¿Te animas a ponerte al frente de tu propio equipo?

Predicar con el ejemplo

A la hora de gestionar un departamento o empresa es importante que tu equipo de trabajo sepa qué logros y experiencias has adquirido a lo largo de tu carrera profesional. Los mejores entrenadores de fútbol han sido, además, jugadores de éxito. De su experiencia y talento demostrado nace el respeto del equipo por ellos. Guardiola, Zidane, Simeone, Vicente del Bosque… la lista de entrenadores de fama internacional que cumplen este requisito es larga y, desde luego, no es casual.

A partir de ahí, ser el primero que esté dispuesto a realizar esfuerzos en los momentos de necesidad supone un plus de motivación para tus empleados.Sé un ejemplo para ellos en cada momento.

Empatizar con el equipo

La capacidad de ponerte en el lugar de tu equipo de trabajo es fundamental para comprender sus motivaciones, las dificultades por las que atraviesan y cómo puedes ayudarles a superarlas. El equivalente futbolístico sería un entrenador que encuentra a su delantero desmotivado porque está pasando por una sequía de goles. Si le retira al banquillo, posiblemente terminará por hundir su autoestima. Tener una buena charla con él para que sepa que entiende su situación puede obrar maravillas. En tu empresa o comercio puede ocurrir exactamente lo mismo con un empleado que lleve, por ejemplo, tiempo sin realizar una venta. Haz saber a tu equipo que empatizas con ellos.

Saber escuchar a los jugadores

Muy relacionado con el punto anterior, el saber escuchar a los jugadores es fundamental para poder comprender mejor la situación en el terreno de juego… y en tu comercio. Al ser nosotros el entrenador o empresario, nuestro punto de vista puede diferir bastante del que tiene nuestro equipo; ellos están en contacto directo con el rival o, en el caso de la empresa, con el cliente. Y seguramente tienen una serie de sugerencias y estrategias que se podrían intentar implementar. Escucha a tus empleados, no te arrepentirás.

Mantener una comunicación fluida

Es la evolución natural de ese saber escuchar del que te hablábamos antes. Una buena comunicación es imprescindible para controlar el día a día en tu empresa. No dejes que los posibles problemas se vayan agolpando hasta que terminen por estallar. Ha pasado en los mejores vestuarios del mundo y los resultados no fueron buenos. Sin una comunicación cotidiana, el entrenador se va despegando de su equipo y entonces cualquier directriz requiere de mucho más esfuerzo. En tu comercio puede pasar lo mismo, así que no dejes para mañana esa charla que tienes pendiente.

Resolver conflictos en el interior del equipo

¿En cuántas ocasiones no hemos visto cómo los problemas internos de una plantilla saltaban a las primeras portadas de los medios de comunicación? A una escala mucho más pequeña pero también muy perjudicial para tu empresa, los problemas internos pueden terminar por dilapidar la reputación de tu marca y eso es lo último que quieres.

Los mejores entrenadores del mundo son también grandes psicólogos que saben atajar los problemas en el momento justo y siempre dentro de casa.

Definir exactamente a qué se dedica cada jugador

Los mejores equipos del mundo son los mejor ‘engrasados’, esos en los que cada jugador parece funcionar como un engranaje perfectamente acoplado a una gran maquinaria. Pero esto no se hace por obra de magia, detrás hay un entrenador que tiene muy claro en qué posición y qué funciones otorgarle a cada uno de sus jugadores.

No hace falta decir que en el caso de tu comercio o empresa esto es clave para que el día a día funcione como es debido. Si cada empleado tiene perfectamente definidas sus atribuciones y su terreno de actuación, las posibilidades de que se pierda o tenga dudas sobre qué hacer se reducen drásticamente; de la misma forma, si cada miembro de tu equipo tiene claro su rol, los roces profesionales dentro de la empresa se minimizan.

Hacer los éxitos de todos

Los grandes entrenadores huyen del protagonismo, entienden que ganar una Liga, una Champions o cualquier otro torneo es un logro que se consigue en conjunto y gracias a todo el equipo. Por más que ellos hayan sido el ‘cerebro’, el triunfo es compartido y así deben de hacérselo saber a sus jugadores.

En tu empresa no dejes pasar la ocasión de hacer a todos participes de los pequeños o grandes logros que vayáis consiguiendo. Una venta, una expansión, una innovación… es necesario que tu equipo de trabajo se sienta partícipe de las victorias de su empresa y que consideren que han contribuido a ellas.

Asumir errores y aprender de ellos

Al igual que es importante compartir las victorias, se hace necesario no esconder los errores o fracasos. La honestidad es una virtud que los mejores entrenadores de fútbol practican de manera cotidiana y en el mundo de la empresa debería ser igual. Es la única forma de aprender de los errores, explicándolos al equipo, analizando qué se ha hecho mal y cómo arreglarlo.

Capacidad de reflexión

Cuando un equipo va perdiendo la final y el tiempo se acaba comienzan las prisas, la ansiedad y se termina por entrar en pánico. Los jugadores comienzan a hacer faltas, a tirar a portería sin criterio y a fallar en los pases. Es normal, pero los mejores entrenadores no se dejan invadir por la presión ni por el pánico. En tu empresa o comercio debes de mostrarte igual de reflexivo. Recuerda que eres un ejemplo para tu equipo y que de su reacción y actitud depende en buena medida la suya. Analiza bien cuáles son los siguientes pasos a dar y ejecútalos, pero sobre todo, mantén la calma o el partido se habrá perdido.

Filosofía propia

Los mejores equipos de fútbol de la historia y los entrenadores más recordados tienen una cosa en común: una filosofía propia que les ha definido. Se podrían poner muchos ejemplos a nivel de clubes, pero nos quedamos con la filosofía de la Selección Española de Fútbol: el toque, la sobriedad, la posesión de la pelota, la garra…

Si quieres que tu equipo funcione como un todo, procura que entiendan la filosofía de tu comercio o empresa, que entiendan que más allá de vender este o aquel producto o servicio, se persiguen unos valores de marca.

Trucos para la gestión de equipos

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