En un momento económico como el actual destacar entre la cantidad de candidatos que optan a un puesto de trabajo no es una tarea fácil. El arma que tenemos para conseguirlo es el currículum vitae, pero muchas veces un exceso de adorno en este documento puede ser contraproducente. Por eso vamos a ver cómo destacar con tu currículum sin caer en la creatividad desmesurada.
Porque una cosa es destacar determinados aspectos de nuestro currículum con los que creemos que tenemos más posibilidades de lograr un puesto de trabajo, y otra muy diferente incluir datos incorrectos, donde hemos exagerado nuestra experiencia, la responsabilidad que teníamos en un trabajo o las horas de formación en un curso determinado. Siempre debemos tener en cuenta que nos pueden hacer diversos exámenes durante el proceso de selección o simplemente unas preguntas que no podríamos responder en nuestro primer día de empleo.
Cómo destacar con tu currículum
Uno de los campos donde más se exagera es en los conocimientos de idiomas. Si de verdad queremos destacar y demostrar que tenemos un buen nivel de idiomas, lo más adecuado es redactar una carta de presentación directamente en inglés, o hacer que el currículum sea bilingüe.
Más que exagerar nuestra responsabilidad en determinados puestos de trabajo o en la formación que hemos recibido, lo que podemos hacer es mostrar otro tipo de habilidades que puedan ser útiles para nuestro puesto de trabajo. A menudo nuestro puesto de trabajo no sólo son tareas que tenemos que hacer, por lo general tenemos que hacerlas en colaboración con otros, por lo que si destacamos nuestras habilidades comunicativas, de trabajo en equipo, etc. puede ser un aspecto que ayude a decidirse al reclutador sobre otros perfiles laborales semejantes al nuestro.
Este es un aspecto que se suele mostrar en los currículums sobre todo en el ámbito anglosajón, pero no tanto en nuestro país. En otros puestos lo que se pide es que seamos más resolutivos, aspectos comerciales, empatía con el trato al cliente, etc. Tenemos que destacar nuestras habilidades que estén acordes con el puesto de trabajo al que optamos.
Otra opción es organizar el currículum de forma diferente al orden cronológico habitual de dónde hemos trabajado y la formación que tenemos. Sería una organización por habilidades, donde mostramos que características tenemos como trabajadores, donde hemos estado realizando esta tareas y también la formación que hemos recibido. De esta forma vamos informando de en qué somos buenos y de esta forma el reclutador se hace rápidamente una idea de si somos o no adecuados para el puesto.
Por último siempre podemos destacar con un formato de currículum diferente, que puede ser complementario al habitual en papel. Un currículum que se visualice como una infografía o también un videocurrículum, donde nosotros nos presentamos y en poco más de dos minutos resumimos nuestro valor como trabajador.
Lo que nunca debemos es reflejar aquello que no somos, es decir, incluir formación o responsabilidades en un empleo que no tenemos. Y esto es algo que nos hace quedar en mal lugar y nos descarta también para futuras vacantes que pueda tener esta misma empresa u otras de su grupo.
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