La comunicación formal como vacuna contra el rumor

Los rumores nocivos dentro de una organización pueden ser síntomas del mal funcionamiento de los canales oficiales de comunicación entre empleados y dirección, así como de otros problemas internos que repercuten en un mal clima laboral. De esta manera, existen algunos puntos básicos a considerar para prevenir su aparición, ya que ante su presencia resulta muy difícil actuar eficientemente sin admitir los errores que han podido originarlos.

¿Por qué se produce la comunicación informal?

La comunicación es un flujo de datos continuo y siempre se producirá por los canales informarles y formales al mismo tiempo. Ambos son mecanismos totalmente normales dentro de una empresa, pero si el canal informal se convierte en el principal a la hora de resolver problemas o para plantear las quejas, seguramente haya algo que estemos haciendo mal. El primer paso consiste en revisar el funcionamiento de los canales de comunicación ascendente ¿los responsables son accesibles? ¿los canales son eficientes? ¿hay interés de escucha? ¿se planifican reuniones periódicas? ¿disponemos de una buena política de RRHH? Todo esto es de vital importancia ya que cuando una sugerencia no se puede comunicar por los canales formales, esta se deriva a los informales extendiéndose entre los compañeros con un mensaje de fondo: “sabemos cómo se pueden hacer las cosas mejor, pero la empresa no escucha. No vale la pena. No nos sentimos reconocidos” Igualmente, si un problema profesional entre el personal no se soluciona mediante la intervención del director o responsable superior inmediato, este se puede extender en forma de rumores malintencionados que afectarán al clima general e incluso al rendimiento. También debemos revisar los mecanismos administrativos más sensibles, como el pago de nóminas, la creación de turnos de trabajo, condiciones laborales en general, los sistemas de remuneración, etc… todos estos campos pueden causar quejas que no siempre se transmiten a dirección, pero que se pueden convertir en rumores sobre la mala marcha de la empresa. Comunicar es la principal clave. Comunicar y escuchar activamente ejerciendo un buen liderazgo, sin tratar de coartar la comunicación informal, sino derivando los problemas a los canales oficiales, que deben ser eficientes y resolutivos.

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