Autónomos, freelance y emprendedores de todo tipo tenían, hasta hace unos años, dos principales opciones a la hora de comenzar a trabajar: o bien establecer su oficina en casa y lidiar con los problemas típicos de trabajar en el propio hogar, o bien alquilar un local u oficina y acarrear con los costes asociados. Sin embargo, la eclosión de los espacios de coworking desde el 2010 hasta hoy, ha cambiado este panorama.
En la actualidad existen más de 1.000 espacios de coworking en España y ya suponen una verdadera alternativa para multitud de profesionales que buscan las comodidades de una oficina tradicional pero sin tener que asumir su elevado precio. Así lo reconocen el 43% de los ‘coworkers’ entrevistados por Coworking Spain.
Pero un coworking es mucho más que un espacio en el que trabajar. De hecho, los mejores coworking procuran que sus trabajadores tengan todo tipo de servicios adicionales que hacen del día a día una experiencia mucho más grata y enriquecedora… aunque muchos profesionales pasan por alto estos beneficios para centrarse exclusivamente en sacar adelante su trabajo. Y no deberían, así que vamos a repasar brevemente cómo se le puede sacar el máximo partido a un espacio de coworking.
Conoce a quienes comparten espacio contigo
Una de las ventajas que siempre se mencionan a la hora de ‘vender’ un espacio de coworking es que reúne a multitud de profesionales que, habitualmente, comparten sectores. Comunicación, diseño, publicidad, artes… Cada coworking es un microespacio en el que se reúne mucho talento.
Sobre el papel, este talento debería crear sinergias y ayudar a que salieran proyectos con base en al colaboración de diferentes profesionales. Sin embargo, en el día a día, puede que las tareas y obligaciones de cada uno de los coworkers deje poco espacio para comentar proyectos, buscar campos comunes de trabajo y, en definitiva, hacer realidad esas sinergias.
Así que una de las mejores maneras de sacarle provecho a un coworking es conocer a la gente con la que se va a trabajar codo con codo. ¿Cómo?
Explora tu coworking
Por ejemplo, tomando un café en uno de los espacios de descanso que todo coworking suele tener. Sí, los más sofisticados – y presumiblemente costosos- tienen zona de juegos que incluyen futbolín, o una habituación específica para echar la siesta, pero para conocer mejor a tus compañeros de oficina, nada como un buen café y una conversación.
Y esto nos lleva a la importancia de conocer cómo es nuestro coworking y qué lugares tiene reservados para nosotros. Por supuesto, la mayoría tiene sala de reuniones y un lugar para el almuerzo, pero siempre hay zonas que pasan desapercibidas a primera vista y que, a la postre, pueden resultar muy útiles. Por ejemplo, algunos de los mejores coworking tienen librería, otros tienen aparcamientos para bicis, etcétera.
Además, son pocos los coworking que no cuentan con una zona de copistería. Esta es otra de esas ventajas en las que no se suele reparar pero que suponen un plus con respecto a otros lugares de trabajo.
Acude a eventos o propón algunos de tu interés
Posiblemente una de las características más interesantes de un espacio de coworking bien gestionado es que, de cuando en cuando, se organizan eventos que son del interés de sus cowokers.
Charlas, conferencias, mesas redondas, cursos, talleres… lo normal es que un buen espacio de coworking organice, de manera mensual, un buen puñado de estas actividades tanto como una manera de atraer nuevos coworkers como de ofrecer valor añadido a los que ya trabajan en ese espacio.
Y si en tu coworking no organizan eventos de tu interés, siempre puedes recomendar al gestor del espacio algunos. ¿No?
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